lunes

… Más allá de la piscina, del comedor, de las cabañas de mujeres, de la losa deportiva, de las huacas, y la capilla, hay menos árboles, es casi saliendo del campamento, pero abundan hierbas con púas que se adhieren a la piel o las prendas, hay que tener cuidado para no lastimarse. Por ahí mismo cerca de un tronco viejo y una roca el lugar esta libre, y se goza de privacidad. Era la tercera vez que miguel asistía al campamento anual, pero antes no había echo algo similar, aunque sí había sido invitado por algunos compañeros de secundaria para escaparse de madrugada, no aceptaba por temor a sus tutores. Este año no tenía porque temer, pues quien había quedado a cargo de su cabaña era el señor Mario, él no era profesor, era el auxiliar del colegio, se llevaba bien con todos los alumnos, era tratado con mucho afecto, pues se sabía ganar a los muchachos, a veces les permitía plagiar cuando había examen, era divertido hacerle bromas, con el se permitían hablar algunas lisuras, muchas jergas, y de vez en cuando hablar de mujeres, aunque siempre afirmó ser cristiano-evangélico igual a la mayoría de los profesores y la directora, no era tan estricto con las reglas de la santa Biblia…

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