... quien estabas pensando y por eso habías decidido que nos arrimemos a un lado, mientras los demás seguían en el culto de la iglesia, el Pastor hablaba sobre el perdón, las ovejas, las cabras, la venida de cristo, pero a tu alrededor podría estar sucediendo el mismo Apocalipsis y sin embargo seguirías pensando en él. Su nombre era Alfredo, cuatro años mayor que tu, te decía niña, te contestaba el celular cuando quería. Sabías que tenía otras amigas de su edad, y que algunos fines de semana se emborrachaba con ellas. Tu cerebro adolescente no concebía en todo eso algo extraño, lo creías natural, decías que el prefiere que tu no tomes (te protegía) por eso prefiere que no vayas cuando este bebiendo. Ja.
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