martes

Hoy día nada importó, eso me incluye. De nuevo pasó, de nuevo rompí los nexos de confianza que siempre me encargo de forjar con tanto cuidado, es un patrón, una constante, no tienes vida, necesitas hacerle daño a los que confían en ti, necesitas fallarles para después luchar por el perdón, y más adelante volver a fallarles. Lo haces con todos, lo haces con tu vida. En los trabajos se cansan, en las familias sucede igual, te pueden botar, me imagino que Dios suele hacer algo así, en algún momento se cansa, y ya prefiere dejarte ir.     

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