miércoles

6:30 ...


... de la tarde, se respiraba humedad, las nubes espesas filtraban la última luz solar en un rojo denso que se disolvía sobre la ciudad. Subió a un bus, estaba semivacío, se situó en un asiento a la mitad y abrió su cuaderno. Esta vez no fue tan impresionante el resultado, eran sólo palabras como escritas al azar, sin aparente conexión, a veces algunas frases que parecían reclamar, preguntar, pedir algo a alguien: Te tengo ansiedad, Tomaste algo de mi, ¿Qué tanto miras?, No me encuentro. Lo demás no parecía tener sentido, un conjunto de palabras flotantes que sólo guardaban relación por la frialdad que las envolvía: Vidrio, Ser, Agudo, Reflejo, Espacio, Insaciable, Portal, Escape, Eco… Todo el día había sido un gran acertijo y no tenía ni las herramientas, ni el entendimiento necesario para resolverlo, parecía que no cesaba ahí, mientras más avanzaba el tiempo, aumentaba el vacío en su pecho, los susurros, la apatía, el estrés, todas igual a enormes espinas creciendo desde adentro, queriendo atravesar su organismo, simplemente luchando por salir. Al no poder resistirlos más tuvo que tomar la arrebatada decisión de ir a buscarla, sabía que ella ya estaba en su casa a las 7 pm, a la misma hora que él regresa...

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